dimarts, de juliol 25, 2006

Calle Acondicionada

Qué mejor tema para inaugurar este nuevo blog que con un tema tan recurrente y socorrido como el tiempo.

Cuando una conversación se atasca y se avecinan los silencios (incómodos o no), siempre podemos tirar del "qué calor está haciendo eh?" Eso, encima recuérdamelo! Si se me empañaran las gafas pensaría que vivo en una sauna gigante.



Pero para mi sorpresa, mi ciudad debe estar llevando a cabo un experimento pionero en el mundo. Bueno seguro que de pionero nada, pero me ha cabreado mucho lo que he podido comprobar paseando por la principal arteria comercial. Y que conste que la primera sensación ha sido un "ooooohhhhhhh, que gustazo!!!"

Pues lo que pasa en esta concurrida calle llena de tiendas, totalmente peatonal y con unos 6 ó 8 metros de pared a pared, es que los aires acondicionados de dichas tiéndas están a toda pastilla, y lo peor, las puertas están abiertas!!! Resultado del experimento: no hace falta entrar en las tiendas para pasear más fresquito que un langostino congelado (lo de langostino no es porque esté colorado como una gamba de tomar el sol, eso se lo dejo a los guiris).



Estoy harto de pelearme en casa para que mis padres no pongan el aparato de aire acondicinado a temperaturas más propias de la nevera que de un salón. Pelea que por cierto este año parece que he ganado, han entendido y comprobado que dejando el aparato a unos 25 grados la casa se mantiene fresca, y no tienes porque ir en jersey en pleno julio.

Pero es el colmo que cualquier ayuntamiento permita eso, cuando después dilapidarán una fortuna en alguna campaña de ahorro energético.

Seguro que hay alguna celebridad del marketing que dice que las puertas de cualquier negocio cara al público han de estar abiertas, porque invitas al potencial consumidor a entrar.

Es fácil entender que es infinitamente más costoso refrescar un local si dejas las puertas abiertas de par en par. Y aquí es donde entramos en una peligrosa espiral. Empezamos a consumir (malgastar) más energía. El climatizador se pone a toda pastilla, y la condensadora (la parte de los aires acondicionados que va fuera, que quedan tan bonitos en los balcones y ventanas) echa aire más caliente que el del escape de un autocar.

¿Y donde va tooooda esa calor??? al saco! al ambiente, a hacer compañía al resto de desgracias medioambientales que seguimos padeciendo y que cada año que pasa vamos notando más y más.



¿Medusas en las playas? ¿Avance imparable de la desertización en la península ibérica? ¿El agujero de la capa de ozono no se cerrará en el tiempo previsto? ¿Aumento de la temperatura global del planeta? (con todo lo que esto conlleva, como se sigan fundiendo los glaciares me veo buscando piso en los pirineos, en el Aneto o la Pica d'Estats...). Podría seguir enumerando desgracias pero ya me he puesto demasiado serio, quizás demasiado, que estoy de estreno bloguero!

En fin, como decía uno, reflexionemos por favor, reflexionemos...