dilluns, de juny 04, 2007

Próxima parada: cadena perpétua

El pasado viernes fui a que los simpáticos funcionarios de hacienda me ayudaran con la declaración de la renta. La verdad es que no me hubiera hecho falta porque ya la había hecho con el programa padre y me ha salido lo mismo que a ellos, y ya es el segundo año que "lo clavo". Supongo que no es muy complicado, pero prefiero seguir haciéndolo así...

Pues bien, no sé si fue el funcionario o fui yo, salió a relucir el tema de la cuenta vivienda. Me quedan 10 meses para comprarme un piso o hacienda me obliga a devolver las cantidades que hasta ahora me ha desgravado, que deben ser más de 4.000 lebros... Mantenía la esperanza que se puediera congelar de alguna manera esa cuenta, pero con la ayuda de otra funcionaria me quitaron la esperanza de dicha posibilidad. No hay excepciones. Mierda.

Lo sé, ya sabía lo que había cuando hice la cuenta vivienda, o quizás no... quién se iba a imaginar que la cosa siguiera subiendo hasta límites insospechados. Y justo ahora que parece que pueden bajar, aunque sea un poquito, me toca comprar, en la cresta de la ola! Me cago en mi estampa...

Pues bien, la toma de decisiones es ineludible. Primera decisión, ¿comprar para no perder lo desgravado, o jugármela a esperar que los precios bajen más de lo que me tocaría devolver a hacienda?

De momento estoy más por la primera opción, comprar, que ya va siendo hora de salir del nido, no me quiero acobardar ahora que llega el momento. Así que una vez tomada la primera decisión, vamos por la segunda. ¿En qué zona me compro el piso? Bueno, en que zona intento comprarme el piso. Aquí soy un veleta, cambio de opinión cada quince días o cada ciclo lunar... Dudo que me quede en mi ciudad, no me atrae especialmente. En resumen, vuelvo a una nueva dicotomía. Si hago caso de mi corazón, buscaría piso en el Maresme, cerca de Barcelona. Estás a un paso de la gran ciudad, son pueblos tranquilos y con mi querida playa siempre al lado. Los problemas son más el incremento del tiempo diaro en desplazamientos al trabajo, estar aislado de mi familia, y bueno, cualquier otro inconveniente de vivir en un sitio pequeño.
La otra opción es buscar el piso en Barcelona city. Me gusta el barrio de Sant Andreu, estuve casi cuatro años viviendo cerca y tiene algo que me gusta. Además, considero que está bien situado y comunicado, en un momento sales de bcn o te acabas de meter. El tema económico, según las primeras impresiones, no hará decantar la balanza, porque no me lo puedo permitir ni en uno ni en otro sitio...

Siendo práctico debería intentarlo en bcn. Por trabajo (debería decir trabajos, en plural), me muevo mucho por ahí, y me ahorraría tiempo por estar más cerca del trabajo, y en general más cerca de todas partes. Aunque mis jefes no tardarán en cambiar de local, miedo me da...
Creo que la idea más sensata sería dejar el tema de las afueras para dentro de unos años. Así que BCN Es la idea que lleva ventaja, pero está todo sin decidir.


Esta mañana he ido a lavar el coche, porque ya casi ni las ondas del mando electrónico era capaces de atravesar la capa de... suciedad acumulada. Después de malgastar dos euros, porque de aquí a un par de días volverá a llover, he seguido la carretera, y he ido hasta Masnou. He cogido unas cuántas revistas de pisos y me he sentado en una plaza para mirarlas. A pesar de que un par de gemelos casi me arrancan la cabeza de un balonazo, me ha gustado el ambientillo. Un poco soso tal vez, pero hay que tener en cuenta que hoy es festivo. También he aprovechado para hacer un primer brainstorming personal, tengo anotado casi todo lo que me ronda la cabeza últimamente. Esta entrada ha sido un segundo paso a la tormenta de ideas matutina, y habrá más, escribir me ayuda.