divendres, d’abril 27, 2007

Tai Chi Chuan: Meditación en movimiento

Hace un mes que el pluriempleo me impide recibir las clases de Tai Chi dos veces por semana como hasta ahora, y se me está haciendo eterno, tengo la sensación que han sido mucho más de cuatro semanas. Y lo que queda todavía...

Es difícil describir lo que me aporta la práctica de esta disciplina. Por eso creo que es mejor que copie literalmente una parte de las originales tarjetas de presentación que se ha hecho mi profesora, en las que explica maravillosamente lo que yo no me veoy capaz de expresar:


Tai Chi Chuan: Meditación en movimiento

El Tai Chi Chuan y el Chi Kung son disciplinas milenarias, desarrolladas por los monjes budistas en los monasterios de China.

El objetivo de estas prácticas corporales, basadas en el conocimiento fisiológico-energético de la Medicina Tradicional China, es relajarse para aumentar la energía vital “chi” y favorecer su flujo, así como integrar la vivencia del cuerpo y la mente para expandir la conciencia hasta experimentar la unidad esencial de todo lo existente.

La práctica se basa en sincronizar intención, movimiento y respiración. El Chi Kung usa ejercicios rítmicos y suaves de flexibilización articular, de estiramientos de los meridianos, específicos de respiración combinados con ejercicios de alineación y arraigo postural, el auto masaje y la meditación.

En el Tai Chi Chuan, que como arte marcial interno tiene las raíces en el Chi Kung, se practica una secuencia continua de movimientos asociados a diferentes aplicaciones marciales. En este arte la dimensión terapéutica, marcial y espiritual son indisociables. Los movimientos se ejecutan muy lentamente para favorecer el flujo energético y silenciar la mente, también para ajustar la postura, aprender a moverse desde el centro y dirigir el “chi” a voluntad.


Beneficios de la práctica del Tai Chi Chuan:

- Aumentamos nuestra energía vital optimizando todas las funciones fisiológicas.
- Aprendemos a liberar las tensiones y a mantenernos más relajados.
- Armonizamos nuestra respiración que a la vez supone una mejora de nuestro estado emocional.
- Fortalecemos los huesos y los tendones, tonificamos los músculos y flexibilizamos las articulaciones.
- Reeducamos la postura, aprendemos a arraigarnos y a movernos de manera integrada desde nuestro centro, aprendemos a movernos con fluidez y sin esfuerzo.
- Desarrollamos la calma, la concentración y la claridad mental.



Por si alguien después de leer esto tiene curiosidad por conocer un poco más y quizás probar un día la práctica del Tai Chi, en el apartado de enlaces de este blog encontraréis una web en la que hay un listado de todos los centros donde se imparten clases de Tai Chi en varias comunidades autónomas.

Por mi parte, me doy ánimos, y me digo ¡Ánimo! que ya queda menos!!!

dilluns, d’abril 09, 2007

Lamentaciones, sin muro

¡Lo quejica que llego a ser! Lo digo para que quede constancia y para que vaya por delante, es algo de lo que soy consciente, no vaya a venir la fiera de mi amiga a recordármelo…

Pues ahí va una entrada de corte personal, que de vez en cuando apetece y se hace necesario.
No paso por mi mejor momento. Como buen ingeniero que soy (no sé si bueno, pero el título al menos lo tengo), me gusta hacer clasificaciones, intentar ordenarlo todo un poco. Y en estos temas, utilizo las clasificaciones de los horóscopos (o de las canciones carrozas): salud, dinero y amor.

En lo que se refiere a la salud, mejorable, bastante mejorable. Estoy perdiendo la forma que había conseguido reunir el pasado verano, así que diferentes partes de mi cuerpo serrano se ponen en vaga y les da por quejarse. La espalda le hace la competencia a la veterana rodilla, a ver quién jode más, y la gripe me ha atacado con ganas este invierno, después de varios años soportando únicamente resfriadillos de tres al cuarto. Y más cosillas que me reservo, pero que ya cuento con ellas para los próximos meses.

El dinero, que no cae del cielo, más bien se ha de arrancar del suelo con un pico y una pala, no lo llevo mal, pero el afán por conseguir más, y más rápido, me está costando parte de la salud. En mi carrera contrarreloj por comprarme un piso decente sin tener que irme a Matalascañas, sigo pluriempleado. En el trabajo normal, que estrené en septiembre, va todo bastante bien, aunque la adaptación es difícil y voy de estrés hasta las cejas. Y para rematarlo, cuando salgo de un trabajo, me voy a impartir magistrales clases docentes durante algunos meses al año. En resumen, me levanto a las 6 de la mañana, y en los periodos de pluriempleo, llego pasadas las 22 horas. Lo sé, cosas peores hay, pero cada palo que aguante su vela, y a mí ésta me pesa demasiado. Lo peor de todo es que voy a estar un mes y medio haciendo ese horario de lunes a jueves, si no reviento antes por algún sitio.

¿Y cómo he llegado a una situación así? ¿Voluntariamente no? Pues sí pero no. Está claro que nadie me obliga a ir, aunque en esta última ocasión me han tomado el pelo, me han engañado. No es la primera vez que lo hace (el jefe de estudios de la escuela), pero sí que ha sido la vez que más me ha molestado. Y mira que cabrearme a mí es complicado. Me planteó hacer dos cursos simultáneamente, y me dijo que uno de ellos sólo me ocuparía dos semanas, pasadas las cuales sólo tendría clase dos días por semana. Le dije que dos semanas las podía aguantar, pero más no porque necesito tiempo libre y descanso durante la semana. Pues esperó el muy cabrón hasta el último día antes de empezar el curso para decirme que las dos semanas florecieron y se convirtieron en un mes y medio, que no le entendí bien… Bonito capullo florecido. En fin, que la pasta me viene que ni pintada, pero este impresentable ha hecho que valore todavía más mi tiempo libre. Y para colmo, casi dos meses sin poder ir a clase de tai-chi, que es casi lo que más rabia me da. Me estoy planteando seriamente dejar de dar clases. Veremos cómo evoluciona todo, pero lo tengo bastante decidido, incluso tengo algo en mente que podría sustituir la docencia y que podría darme unos durillos extras la mar de interesantes. Ya se verá.

Y por último el amor. El resumen es rápido, mi corazón sigue desierto, sin siquiera candidatas a ocuparlo. En general estoy y/o me encuentro bastante solo, en parte porque es una situación que me resulta incomprensiblemente cómoda, es decir que la situación me la he buscado yo. Mientras me mantengo ocupado no es un problema, pero cuando se juntan varios días en los que no tengo que ir a trabajar, la cosa cambia. Soy raro, lo sé. Aunque hay gente que me demuestra que también lo es, lo cual no es algo que me compense, más bien me entristece.

Es curioso, atendiendo al número de líneas, se podría decir que en mi vida la salud y el amor juntas ocupan lo mismo que el trabajo. Malament…

Malabarismos varios: buscando el equilibrio

He plagiado la cabecera de mi blog para titular esta entrada. Mal empezamos. Será que estoy seco de ideas, y por esto tengo tan abandonado últimamente mi diario electrónico.

A veces pienso lo difícil que es tener contento a todo el mundo, siempre debe haber alguien que está obligado a ceder en ciertas situaciones de la vida. Para darles a unos lo que ansían, otros deberán aflojar la cuerda. Las cuerdas se parten o reparten, pero otras veces, a las que me refiero aquí, no es una cuerda lo que une dos partes, sino algo indivisible. Y lo indivisible lo es por definición o no lo es, así que imposible repartirlo como buenos hermanos.

Parece que estoy pesimista, mmmm ¿Por qué será? igual lo explico en otra entrada. A lo que iba, cojas la sección que cojas en un periódico, se aplica la máxima del párrafo anterior.

Por ejemplo, sección nacional: (yo lo llamaría estatal, pero los periódicos no los edito yo) ETA exige (chantajea) que Batasuna se presente a las municipales. Sin entrar en detalle, la cuestión de fondo, en mi opinión, es que hay una parte de la sociedad vasca que no se siente española, y parte que sí, y el estado español no quiere desmembrarse ni cambiar el modelo de estado. Malament rai! Imposible que todas las partes obtengan lo que quieren. Se podrá llegar a un acuerdo más o menos satisfactorio para dar una solución a este conflicto de intereses, pero alguien irremediablemente tendrá que ceder. Supongo que lo mejor en la mayoría de ocasiones es que se ceda un poco por cada lado, que bajo mi punto de vista en el conflicto vasco pasaría por una reforma de la constitución y del modelo de estado, pasando a ser un estado federal, como otros tantos de Europa, ya que por mucho que se empeñe la rancia derecha, la única tradición centrista de este estado es la impuesta por las armas o la que se ha originado para solventar el cáncer que las armas crearon. Pero, y vuelvo a ser pesimista, no creo que eso lo vean mis ojos. Faltaría ver si a los imprevisibles asesinos de ETA esta solución les parecería mínimamente satisfactoria. Probablemente cualquier solución que se precie debería pasar por la autodeterminación para tenerlos contentos.

También nos podemos encontrar conflictos de intereses entre secciones diferentes de un periódico. Lo que germinó la idea para ponerme a desvariar aquí fue el problema de los despidos en SEAT, la movilidad de las urbes y la contaminación, tema este último agraviado por los malos augurios internacionales sobre el cambio climático. ¿Cuánta gente depende, ya no de SEAT, sino del sector de la automoción? Fábricas, concesionarios, proveedores, transportistas, y un largo etcétera, multiplicado por el número de personas que dependa de cada sueldo. Es decir, para que los puestos de trabajo de toda esa gente no peligren (y con ella buena parte de la economía local y estatal) hay que vender cuántos más coches mejor. Pero, cuántos más coches se vendan, más coches circularán, con lo que estaremos contaminando más y más y más. Segunda hipótesis, todo el mundo a coger el transporte público! Si no uso el coche apenas, no me voy a gastar los tres millones (de pesetas) que cuesta uno, con lo que si esto lo hacen miles de personas en un mismo periodo de tiempo, estaremos dañando seriamente la economía de la zona.

La política internacional también colisiona con los intereses económicos de algunos muchimillonarios, que no contentos con estar podridos de dinero, no dudan en invadir las zonas con más petróleo blandiendo la excusa más inversemblante. Y todavía algún iluminado divino tiene los sacrosantos web-os de decir que no sabían de la inexistencia de las armas de destrucción masiva. ¡¡¡Qué vas a saber tú!!! Si lo único que sabes es creerte un dios terrenal. Y desde luego que los libros de historia hablarán de ti, pero no bien precisamente…

En fin, así que, ¿cómo encontrar el equilibrio de tantos y tantos intereses cruzados? Habrá que hacer juegos malabares o coger escuadra, cartabón y compás para calcular equidistancias.