Qué contradicciones tiene el amor, al menos a mí me las provoca uno ya pasado. A día de hoy sigo sin saber si valió la pena o no, es una sensación agridulce, a pesar que los momentos malos superaron a los buenos en número, pero visto lo visto no en intensidad, porque soy incapaz de tener un mal recuerdo.
Me quedo con la sensación que pude conocer gracias a todo aquello, y que anhelo volver a encontrar en otra persona.
Así que no es a ella a quien añoro, no; añoro aquel sentimiento, la sensación de ser incapaz de pensar en otra cosa que no sea en ella, contar los segundos que faltan para poder volver a tocarla, y que al hacerlo por fin te invada un torrente de felicidad y desees que se pare el mundo, porque para ti tu mundo ahora está en tus brazos...
En fin, una vez más me despido de ella y me quedo con mis recuerdos, sensaciones y sueños...
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Un día soñando en un sueño soñé, que estaba soñando contigo,
soñar con hacerte el amor y soñé que no estaba dormío,
sueño que sueño, piel con piel, calor con calor... cuerpo con cuerpo
y aquel color de tu pelo y tu piel a la vez, aun despierto recuerdo.
Ojalá no te hubiera conocío nunca...
Para no amarte siempre, para no verte sin verte,
para borrar tu recuerdo
del que siempre me acuerdo y nunca me deja en paz.
Aquel día en aquel sueño soñé, que estaba soñando contigo,
bajo un cielo de estrellas mil, hay que ver, precioso precioso,
y en aquel mar que no nos pudimos bañar, por ser tan caprichosos.
Ojalá no te hubiera conocido nunca...
Pa no amarte.
Si algún día yo vuelvo a soñar intentaré,
seguir con lo mismo y diez minutos antes de dormir yo estaré...
siempre que quiera contigo,
siempre que tú quieras.
Ojalá no te hubiera conocío nunca...
Para no amarte siempre, para no verte sin verte,
para borrar tu recuerdo del que siempre me acuerdo y nunca me deja en paz.