dissabte, de novembre 18, 2006

Nueva despedida

Qué contradicciones tiene el amor, al menos a mí me las provoca uno ya pasado. A día de hoy sigo sin saber si valió la pena o no, es una sensación agridulce, a pesar que los momentos malos superaron a los buenos en número, pero visto lo visto no en intensidad, porque soy incapaz de tener un mal recuerdo.

Me quedo con la sensación que pude conocer gracias a todo aquello, y que anhelo volver a encontrar en otra persona.

Así que no es a ella a quien añoro, no; añoro aquel sentimiento, la sensación de ser incapaz de pensar en otra cosa que no sea en ella, contar los segundos que faltan para poder volver a tocarla, y que al hacerlo por fin te invada un torrente de felicidad y desees que se pare el mundo, porque para ti tu mundo ahora está en tus brazos...


En fin, una vez más me despido de ella y me quedo con mis recuerdos, sensaciones y sueños...

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Un día soñando en un sueño soñé, que estaba soñando contigo,
soñar con hacerte el amor y soñé que no estaba dormío,
sueño que sueño, piel con piel, calor con calor... cuerpo con cuerpo
y aquel color de tu pelo y tu piel a la vez, aun despierto recuerdo.

Ojalá no te hubiera conocío nunca...

Para no amarte siempre, para no verte sin verte,
para borrar tu recuerdo
del que siempre me acuerdo y nunca me deja en paz.
Aquel día en aquel sueño soñé, que estaba soñando contigo,
bajo un cielo de estrellas mil, hay que ver, precioso precioso,
y en aquel mar que no nos pudimos bañar, por ser tan caprichosos.

Ojalá no te hubiera conocido nunca...

Pa no amarte.

Si algún día yo vuelvo a soñar intentaré,
seguir con lo mismo y diez minutos antes de dormir yo estaré...
siempre que quiera contigo,
siempre que tú quieras.

Ojalá no te hubiera conocío nunca...

Para no amarte siempre, para no verte sin verte,
para borrar tu recuerdo del que siempre me acuerdo y nunca me deja en paz.

de muchachito a muchachito

dissabte, de novembre 11, 2006

Apatía

Cierto es que no escribo demasiado en este blog. Podría poner mil excusas, ya he comentado alguna vez que no se me da mal buscarlas, pero ahora no es necesario hacerlo. Durante la semana a veces me encuentro en situaciones o me abordan pensamientos que inmediatamente asocio como un buen tema para escribir, ya sea por su contenido simpático, porque me parece una injusticia o por lo que sea.

Pero lo que hoy me lleva a escribir unas líneas es un estado de ánimo, que tal y como reza el título es la apatía. Hace ya unos pocos días que me siento así. No estoy depre, me siento apático con unas pizcas de tristezas que aparecen esporádicamente.

No tengo motivos especiales para estarlo, o quizás sí. A nivel personal me ha pasado algo con dos personas a las que quiero mucho. Dos tonterías, pero a veces una tontería te puede llegar a afectar.

Y para colmo, hoy me he encontrado con el hasta ahora gran amor de mi vida, que se casó hará algo menos de dos años, y desde entonces no la había vuelto a ver. Ella no me ha visto, aunque su marido sí a mí, momento en el cual he puesto pies en polvorosa de la tienda. Ojalá pudiera decir que he sentido indiferencia, pero está claro que hay heridas que no cicatrizan completamente nunca, o al menos necesitan muchísimo tiempo o muchísimas vivencias posteriores que vayan enterrando las vivencias pasadas.

En fin, creo, imagino y espero que este estado apático-tristón sea sólo eso, un estado, una etapa, y se evapore tan rápidamente como ha llegado a mí.