dijous, d’agost 21, 2008
Días nieblados
Me estaba autoresistiendo a utilizar de nuevo los tópicos, pero para eso están, así que allá voy... ha llovido mucho desde la última vez que entré por aquí! Ea, ahí queda eso! Haciendo un resumen rápido de los acontecimientos más importantes que han tenido lugar en mi vida desde entonces, diré que sigo siendo el propietario (juntamente con el banco, que lo es más que yo) de un piso en Santa Coloma de Farners, pero nada más, ni un electrodoméstico o mueble en su interior. Razones varias, la mayor es que el constructor ( iscofa4 ) y la inmobiliaria ( finques farners ) hacen honor a los tópicos de que son todos una colla de ladrones, y en fin, todavía estoy pendiente de algunos arreglos importantes, y con un armario en una habitación que no toca que no me han querido mover. Pero la razón más importante por la cual el piso sigue "pelao" es que la proposición de mi nueva amiga para ir este verano a Vietnam resultó no ser tan inocente como parecía, iluso de mí... Ha resultado que esa nueva amiga ha pasado a ser lo mejor que me ha ocurrido en muchísimo tiempo... y por eso dejó de ser mi amiga. Bueno miento, ahora además de ser mi amiga es mi pareja. Y me encanta. Me encanta que sea mi pareja, me encanta ella, me encanta el tiempo que paso con ella, me encanta el tiempo que no estoy con ella pero que no puedo ni quiero dejar de pensar en ella, me encanta la sensación de no poder esperar para volver a verla, tocarla, abrazarla, besarla, me encanta me encanta me encanta...
Siguiendo con el resumen, este verano he estado casi cuatro semanas recorriendo con ella Vietnam de sur a norte. Para mí ha sido el primer viaje intercontinental, toda una experiencia a la que animo a disfrutar a todo el mundo. Ya estamos pensando destino para el año que viene...
¿Y dónde está entonces la falta de equilibrio?
Lo que me tiene desequilibrado (más de lo normal en mí, que aunque pueda parecer que no es mucho...) es el trabajo, estoy atravesando algo que ni siquiera sé si es un bache, una crisis o tengo ante mí un gran problema. Tampoco es hoy el mejor día para ponerme aquí delante a escribir, porque esta mañana me he llevado una buena bronca de mi jefe, bastante merecida no lo voy a negar, sobre todo por mi actitud. Y yo esto de las reprimendas lo llevo fatal desde que tenía 6 años. Sí, también ha llovido mucho desde entonces como para ser capaz de superarlo, pero cada cual con lo suyo.
En fin, estoy desmotivado, no me gusta mi trabajo actual, no disfruto, muchos de los días los afronto como si tuviera ante mí el monte Everest. Y no sé si el problema es sólo la empresa para la que trabajo, o es el tipo de trabajo que desempeño ahora, o es que busco excusas para huir de Barcelona, o simplemente soy yo, o qué coño me pasa. Además, muchas veces siento que no soy ni seré capaz de desempeñar bien este trabajo, que no estoy capacitado, y eso creo que es lo peor, me hace sentir fatal.
Están a punto de cumplirse dos años desde que dejé mi anterior trabajo, y vuelvo a estar en la misma posición, con ganas de cambiar, aunque en algunos aspectos peor. Básicamente lo digo por el tema económico, es más fácil mejorar cuando partes de unas condiciones bajas que cuando no lo son tanto. Y es que claro, aunque pueda parecer que dos años más de experiencia en el currículum pintan bien, para mí han sido insuficientes como enriquecimiento profesional, me daría miedo ir a hacer lo mismo a otra empresa y que acabaran diciéndome, ¿pero qué has aprendido tú en los dos últimos años chaval? Además, en el anterior cambio de trabajo no tenía la pesada mochila de la hipoteca, y ahora sí, es decir no puedo apostar por ejemplo por un trabajo que me motive más a pesar de un menor sueldo, porque sólo con felicidad no se pagan las letras del banco. Una lástima.
Tengo claro que en enero del año que viene me pongo a buscar trabajo muy en serio. De hecho ya hace meses que voy echando un vistazo a varias páginas de ofertas para ver cómo está el mercado. Por otra parte no creo que sea el mejor momento para buscar trabajo por culpa de la crisis de las narices, pero no puedo elegir. Y es en este punto donde me vuelven a asaltar las dudas... ¿qué tipo de trabajo buscar? Si me inclino por seguir haciendo lo mismo que ahora en otra empresa, sería como darme otra oportunidad, y si no sale bien pues mira, mala suerte. No creo que me hiciera mal ni a nivel de currículum ni tampoco profesionalmente. Pero no tengo claro que sea esto lo que quiero. Y bueno, con esta idea voy oteando en busca de ofertas que me motiven, que me iluminen, incluso busco cursos de formación que alumbren mi futuro profesional, pero de momento no veo nada...
Hasta aquí la sesión de hoy de "hágase usted mismo la terapia!", espero haberme ayudado.
dissabte, de gener 19, 2008
Travelling (capítulo primero)
Me hice una promesa interna, es decir a mí mismo y a mis circunstancias: me dije que una vez acabara con la tortura de la compra del piso, dejaría de preocuparme tanto por el ahorro y la contención económica, y usaría más el maldito parné para darme placeres y caprichos.
Y dicho y hecho, aunque todavía no he firmado la hipoteca, he aceptado la primera proposición (decente, se entiende...) que me ha hecho una nueva amiga para irnos de viaje este verano. A Vietnam en busca de aventuras! Bueno, esa es la primera intención, veremos en qué acaba todo, porque los vuelos hacia ese destino están bastante más caros de lo que habíamos previsto, así que el destino está un poco en el aire todavía.
Así que queda avisado el mundo entero, mucho cuidado con hacerme proposiciones sobre viajes y escapadas varias (eh, Sònia?) porque las cojo al vuelo, y nunca mejor dicho. De momento con mi piso y mis vacaciones de verano, estoy como niño con zapatos nuevos!
Ilusión (capítulo tercero)
Pero siendo positivo, he conseguido casi un descuento del 10 por ciento y dos armarios a medida, y es absurdo pensar en el "si fuera", porque como bien dicen algunos dichos y refranes, "lo hecho, hecho está" u otras frases hechas que ahora mismo no me vienen a la cabeza. Para qué hacerme mala sangre cuando, que se sepa, nadie tiene una bola de cristal ni una máquina del tiempo, y nadie podía ni puede asegurar que esperar hubiera sido una buena opción. Sólo el paso del tiempo lo acaba descubriendo, y aún así tengo mis dudas.
Insisto, siendo positivo, YA SOY PROPIETARIO!!! Aunque tengo que esperar un par de semanas para firmar la condena, ui perdón, quería decir la hipoteca, y recibir las flamantes llaves de mi estupendo y maravilloso ático nuevo y luminoso. Ha sido difícil tomar la decisión, dudando hasta el último día, por todo lo que conlleva tomarla (además de tener una hipoteca para mí solo, el hecho de adquirir un piso tan lejos de mi situación actual, y un cambio de vida por delante, etc...).
Pero, curiosamente y pese a la fama de tacaño que me persigue, fue soltar la pasta de la paga y señal (más de un año de mi sueldo bruto que tanto me ha costado ahorrar) y quedarme más a gusto, feliz y relajado de lo que recuerdo en mucho tiempo! Y como una noticia anunciada, se disiparon las dudas y las angustias, la ilusión me invadió! empecé a soñar de nuevo, con nuevos proyectos e ideas que poco a poco se irán haciendo realidad.
Ahora estoy dándole vueltas al color de las paredes, a si me gasto más o menos en los electrodomésticos y muebles, empezando a leer cosillas sobre Feng Shui, buscando actividades en Santa Coloma para conocer gente (he visto un curso de cocina (ufff, cómo lo necesito) y otro de fotografía (lo necesitaré para sacar buenas fotos en el pedazo de viaje que nos vamos a pegar, eh Laia?).
En breve, más y mejor!
dimecres, de desembre 05, 2007
Ilusión (capítulo segundo)
Pero preocupante es también el tema de la vivienda, mucho... Siguiendo con el "capítulo primero", explicaré mi situación, mi casi condena.
Señor juez, los hechos son los siguientes: a la vista que en la zona donde actualmente resido y trabajo, véase Barcelona y rodalías, son de sobras conocidos los acuciantes problemas que tiene un joven (ejem ejem) como yo para acceder a su primera y sin embargo digna vivienda, planteo ante este tribunal una alternativa que, si bien es arriesgada y poco usual , ha sido largamente sopesada y resulta a día de hoy, ilusionante. Dicha alternativa consiste en adquirir mi primera vivienda lejos de mi actual radio de acción, a unos 100 kms de Barcelona, concretamente en la capital de la comarca de la Selva, Santa Coloma de Farners (sí, famosa por sus galletas).
¿Por qué Santa Coloma? Empezaré primero explicando, o recordando porque ya lo comenté en la entrada anterior, por qué no en la provincia de Barcelona. Aunque evidentemente no hay un único motivo, resumiendo diré que en bcn no puedo sobre todo por precio. Y ese inalcanzable precio te deja dos alternativas, primera te obliga a resignarte con un piso en un barrio que no te gusta, y/o un piso que no te gusta, y segunda alternativa te escupe cada vez más lejos del centro de bcn. Pero que muy lejos. Y en mi caso, ¿qué hago con un piso que no me gusta demasiado y que está alejado de todo? Del trabajo, de mi familia y mis amigos... En pareja seguro sería diferente, pero no es el caso.
Además todo esto me ha hecho plantearme una sencilla pregunta, pero que estoy seguro que pocos se hacen. ¿Realmente vale la pena vivir aquí, independientemente del precio? No existe una única respuesta, sino tantas como personas se formulen la pregunta. Para mí, lo mejor que tiene Barcelona y rodalías es que mi familia vive aquí. Y punto. El resto creo que está sobrevalorado. "Es que en bcn tienes de todo". Desde luego, tienes un centro comercial a la vuelta de cada esquina (gasteu gasteu que el mon s'acaba!). Tienes una concentración exagerada de habitantes por metro cuadrado. Tienes un tráfico horrible, que desborda de mucho la capacidad de la ciudad. Tienes una polución que es la envidia de Europa. Tienes un ritmo de vida que no te permite pararte ni un segundo. Y así podría seguir un buen rato. Pero en definitiva, lo que me puede ofrecer esta ciudad no va conmigo, o al menos eso creo últimamente. Y si necesito algo de esta ciudad, si acabo marchándome, seguirá estando cerca para poder hacer visitas puntuales. No sé si estoy cambiando o lo único que me pasa es que tengo una pájara causada por el estrés de tener que comprarme un piso...
Siguiendo con el cuento, érase que se era, estando en Santa Coloma de Farners con mi grupo de tai-chi, nos paramos delante de unos pisos nuevos donde un cartel te invitaba a llamar con el pretexto de "se vende". Medio en broma medio en serio, me "obligaron" a llamar para informarme de precios y demás. Yo, que siempre cedo ante las pretensiones de un grupo de mujeres, acabé llamando al teléfono que aparecía, y mi sorpresa fue mayúscula y agradable cuando me dijeron el precio, teniendo en cuenta que los pisos estaban en pleno centro del pueblo. Desde ese momento, no dejé de darle vueltas a la idea, primero como una posibilidad completamente ridícula y sin posibilidades, pero esa ilusión de la que hablo apareció dentro de mí, y fue creciendo y acercándose a la realidad a medida que le daba vueltas.
Queriendo tener más datos para tomar la decisión, el pasado verano, aprovechando otra jornada de tai-chi en Santa Coloma, me pasé por una inmobiliaria de allí. Quería saber por dónde rondaban los precios, es decir, que piso podía permitirme allí. Y la información que obtuve no hizo más que seguir alimentando la ilusión, porque... podía pagarme un pisazo nuevo, con parking y trastero incluido!
A todo esto, hay algo que paso por alto, ¿qué hago yo, que tengo mi vida en Badalona y Barcelona, con un piso en Santa Coloma de Farners? Esa es sin duda La Pregunta. No sé si es un razonamiento o una excusa, y a estas alturas me da igual. Lo cierto es que no puedo vivir en Santa Coloma y trabajar en bcn, sobre todo porque trabajo en la otra punta de bcn y estoy obligado a cruzarla cada día (45 minutos!!!), más el trayecto Santa Coloma - Barna. Una odisea. Pero por otra parte, sigo auto-cuestionándome, ¿cual es mi rutina entre semana? Trabajo de 8 a 18'30 (mínimo), voy a comer a casa (de mis padres, se entiende, si tuviera una propia dudo que me diera tiempo), y por las tardes entre clases de tai-chi, un par de cursos al año de electricidad (hasta las 22 horas, casi nada, y a la mañana siguiente a las 6 arriba!), algún día de piscina, tarde o temprano tendré que empezar con algún curso de "reciclaje" (como alumno, se entiende, los que hago como profe tengo ganas de quitármelos de encima...), más alguna otra actividad que me dejo por ahí. En fin, que la mayoría de días no llego a casa hasta la hora de cenar. Y es en este punto dónde yo me pregunto, ¿y para qué quiero un piso que prácticamente no voy a poder disfrutar? Huelga decir que en el Hotel Casa Papas se está de lujo...
En fin, entre semana tiene más ventajas que inconvenientes (para alguien en Mí situación y viéndolo desde Mí punto de vista, se entiende) vivir en casa de mis padres que en un piso propio. Lo sé, es una postura cómoda, vaga, egoista e interesada. Pero es la realidad.
Pero igual de cierto es que necesito mi espacio, y ahí nació la idea de tener un piso fuera del bullicio urbano, donde desconectar y, por qué no, empezar una nueva vida. Esto último es muy importante para mí, porque me siento estancado en muchos aspectos. Como si me moviera por incercia, como si no me hubiera parado nunca a pensar qué estoy haciendo y por qué lo hago hasta ahora. ¿Estaré despertando? En fin, de momento, probablemente sólo disfrutaría de esa "nueva vida" los fines de semana, y quizás me escape alguna tarde entre semana. Siendo positivo (sí Sonia, soy capaz de serlo), haciéndolo de esta manera gradual resultará más fácil la adaptación, el cambio. Y si me adapto y el tiempo acaba dándome la razón en lo que ahora parece una locura, será tan sencillo como buscar trabajo por allí dentro de pocos años. Y si el tiempo me quita la razón y muestra en el espejo a un quijote del siglo XXI que había idealizado Santa Coloma, pues siempre estaré a tiempo de volver y replantearme de nuevo la vida.
Para acabar, que me aburro a mí mismo, decir que he mirado (sin mucho ahínco, lo admito) pisos en otras zonas más cercanas. Perdí incluso un día de vacaciones para visitar con calma el salón inmobiliario Meeting Point. El resultado de la visita fue que perdí un día de vacaciones. Incluso pisos en el Maresme, que antes era mi primera opción, ahora me resultan totalmente insulsos.
En definitiva, aparentemente hace poco que tomé la decisión de intentar comprar a buen precio un ático precioso que vi en Santa Coloma de Farners, pero creo que la decisión estaba tomada desde el momento que me lo enseñaron... Espero ir este mismo mes a hacer una oferta a la baja y que me salga bien la jugada. Más información en próximas entregas!
dimecres, d’agost 22, 2007
Ilusión (capítulo primero)
A pesar que como tío según dicen sólo tengo una neurona, de ser cierto da para mucho, porque siempre tengo unos cuántos temas rondándome el ático. Y mira que bien me viene la palabra, porque el tema estrella de todos estos es la compra de mi primera vivienda. Llegados a este punto aviso, si es que hay alguien que además de pasar por aquí se detiene a leer, pienso extenderme sin mesura ni control, vamos que pienso meter un rollo de no te menees.
Bueno, los antecedentes, para autosituarme, es que acabo de empezar la cuarta década de mi vida, vamos soy un reciente treintañero, y sigo viviendo en casa de mis padres, donde estoy de maravilla por cierto, aunque necesito con urgencia mi espacio. Por otra parte, hace casi tres años y medio, lleno de optimismo e ilusión, palabra de la cual deriva el adjetivo iluso, me decidí a abrir una cuenta vivienda que me ha servido para desgravar una pasta cada año, eso sí tras prometer al estado que antes de cuatro años sería el flamante propietario de un piso.
Pues bien, el tiempo pasa, los precios de los pisos han subido como la mejor espuma de baño jamás creada, y yo no me he decidido a comprar todavía, con lo cual se podría decir que me ha pillado el toro. Esto es fácil decirlo desde la perspectiva que te da el tiempo al echar la vista atrás. El tiempo apremia, sólo tengo unos siete meses para comprarme un piso o tendré que devolver a haciendasomostodos lo desgravado en estos últimos tres-cuatro años. Bien, siempre me ha gustado actuar bajo presión...
Sigamos con los condicionantes. No creo que me gane mal la vida, y probablemente mejoraré paulativamente con los años, todavía soy joven y con amplio margen de mejora profesional. A parte de lo obvio, que es el precio de los pisos, me encuentro con un problema: tendré que hacerme cargo yo solo de la hipoteca. Y hay quien tiene miedo al matrimonio! que vayan abriendo los ojos, que la hipoteca sí que es para toda la vida, salvo braguetazo o primitiva-euromillón que lo remedie.
Acceder yo solo a la compra de mi primera vivienda, en mi caso, resulta del todo desilusionante. Estoy seguro que muchos en mi misma situación no pensarían ni sentirían así, pero yo sí. Mi amiga vallisoletana Karol, por poner un ejemplo reciente, a pesar de los inconvenientes de buscar piso (precios, inmobiliarias, bancos...), está loca de contenta porque se va a vivir con su chico. Así que, pienso ahora, yo debería buscar también ese aliciente que conviertiera el calvario de comprar un piso en algo que me motivara e ilusionara. Después enlazaré con esta reflexión.
Volviendo a los condicionantes, he sido capaz de ahorrar una cantidad que yo considero importante para la entrada y gastos del piso. Estoy en el límite, pero más o menos me da para pagar el 20 por ciento del valor de un piso que me pueda permitir y los gastos que la gestión conlleva. Era uno de mis objetivos, lo cierto es que los bancos te miran y tratan de una manera completamente diferente en comparación a ir con una mano delante y otra detrás. Pero no es suficiente lo ahorrado, es frustante. Y te das cuenta cuando coges un par o tres de esas revistas inmobiliarias que regalan en todas las panaderías, y ves que por cualquier mierda de piso que tendrás que reformar, en un barrio que no te gusta en absoluto, piden más de lo que te puedes permitir.
Pero no hay problema, los precios empiezan a bajar!!! Lástima que los tipos de interés empiecen a subir. Eso sí que me preocupa. Tiene narices, todo un agnóstico como yo voy a tener que hacer un acto de fe enorme en confiar que no sigan subiendo los dichosos tipos y nos pillemos todos los dedos hasta los codos.
En fin, no es justo, ni para mí ni para todos los que como yo quieren tener un lugar donde vivir en este instante de la historia. Prefiero no pensar en que la condena de por vida que es ahora una hipoteca representa beneficions muchimillonarios para unos cuántos privilegiados, que no son pocos: además de promotores y constructores, propietarios de suelo (urbanizable o no, eso es lo de menos), bancos y cajas, ayuntamientos, especuladores varios, y propietarios que (yo también lo hubiera hecho) han aprovechado para vender un piso que les costó nosécuántasveces menos de lo que sacarán al venderlo. En fin, incluso en el supuesto primer mundo se siguen agravando cada vez más las diferencias entre ricos y pobres, por llamarlo de la manera más simple. No vamos bien, nada bien.
Sigo con el tema, que me pierdo. El otro día pensaba que Barcelona, donde los precios son, ya no caros, diría exagerados, se ha vuelto una ciudad más elitista todavía, es excluyente. Y estoy seguro que pasa lo mismo en el resto de ciudades grandes. Sólo puedes vivir en bcn si tienes un alto nivel de ingresos, un buen padrino, una herencia, o algo por el estilo. Claro que la otra opción es intentarlo pasando por una condena que probablemente dure hasta más allá de la jubilación.
Y en mi caso, las poblaciones colindantes no tienen demasiado encanto, las veo casi todas ciudad dormitorio, incluida la mía. Sólo la zona del Maresme se salva, por el encanto de ser una comarca que vive de cara al mar, o mejor dicho de cara a la vía del tren que rompe ese encanto.
Bien, haré un breve resumen de lo acontecido en los últimos meses. Estuve buscando piso hará uns dos años, sin nada de entusiasmo, en Terrassa, ya que hasta hace un año trabajaba allí, pero por suerte no compré nada, lo único que tenía allí era el trabajo y los precios eran astronómicos, sobre todo teniendo en cuenta lo que me ofrecían por esos precios... Una vez aquí, con un nuevo trabajo en bcn capital, y con la premura antes expuesta motivada por la caducidad de la cuenta vivienda, empecé a mirar precios de pisos de segunda mano en revistas en la zona de bcn ciudad. No me quise aventurar a llamar a la puerta de ninguna inmobiliaria, que son muy pesados. Miré varios barrios, los menos prohibitivos, pero en toda una revista me sobraban dedos de una mano al contar los pisos que me podía permitir. El típico octavo sin ascensor y por reformar o el otro que tiene un balcón que da a un after. Además, en barna es imposible aparcar en la calle en casi todos los barrios, así que tendría que comprar o alquilar una plaza de parquing, ya que necesito el coche para trabajar. Total, descartada la descabellada (sí, era obvio pero había que comprobarlo) idea de comprar un piso en Barcelona ciudad.
También, para demostrar que tengo más moral que el alcoyano, estuve mirando todas las promociones nuevas en la zona de bcn ciudad y alrededores, buscando algo sobre plano a poder ser. Los precios son para ponerse a temblar, es algo increible. Bueno, qué os voy a contar... Pues el caso es que, después de mucho buscar, hay un par de promociones en Badalona, que se entregan dentro de más de tres años, pero me han apuntado en una lista de espera. Lista de espera!!! Tiene cojones la cosa, precios prohibitivos (no me los han dicho pero por la zona está más que claro) y encima se los quitan de las manos! En fin, es una posibilidad, pero que cada día que pasa (siguen sin llamarme) veo más y más lejana y más y más cara...
Lo siguiente fue mirar pisos de segunda mano en el Maresme, las poblaciones más cercanas a bcn: masnou, montgat, alella, vilassar e incluso premià. Estos lugares están llenos de urbanizaciones con unas casas que quitan el hipo, y la oferta de pisos es escasa, y económicos todavía más escasa claro. Más de lo mismo, los pisos que me puedo permitir no valen la pena bajo mi punto de vista. El siguiente paso fue probar en mi ciudad natal, donde apenas hay barrios que me gusten para vivir, y en los que sí los precios se disparan.
Es decir, para comprarme un piso en cualquiera de las zonas acabadas de mencionar, primero, he de hacer un esfuerzo financiero (casi de por vida) muy importante, por encima de la mitad de mis ingresos, y más por encima todavía de mi nómina mensual. Segundo, si lo primero no fuera suficiente, tendría que renunciar a algo, véase barrio horrible, pocos metros cuadrados, reformas imprescindibles, etc, etc, etc...
En resumen (uno más, ya he perdido la cuenta), sé que habrá gente a la que todo esto no le desanime, pero a mí, con perdón, me destrempa completamente, no me hace ninguna ilusión, al contrario me tiene bastante estresado y con ganas de acabar con el tema, como si fuera un trámite. Y no creo que sean esos los sentimientos que debiera provocar la elección de tu hogar.
La palabra clave que me planteo ahora mismo es ilusión. Lo siento, pero no veo claro gastarme más de 40 millones de los de antes más intereses en algo que no me convence plenamente, que no me ilusiona, que no veo como un proyecto de futuro, donde no me veo viviendo, algo que difícilmente consideraré un hogar.
Pero no todo está perdido, creo haber encontrado la ilusión, aunquela idea que me la ha devuelto y que actualmente estoy sopesando es, cuánto menos, poco corriente. Aunque tengo que decir que la mayoría de gente a quienes he comentado la idea me apoyan y animan. Queda pendiente pues, además de la explicación, una buena lista de pros y contras para una próxima entrada.
diumenge, d’agost 05, 2007
Vacaciones!
En fin, no me pondré melodramático, y para vencer esa tendencia que a veces aparece cuando me siento ante este blog, rememoraré la semana de vacaciones de la que volví hace unos días.
Durante esa semana vacacional, ¡¡¡Estuvimos navegando a toda vela por los mares del sur de Francia!!!.......... Bueno, no eran mares precisamente y el barco no tenía velas, aunque sí una magnífica bandera pirata que era el terror de las aguas que íbamos surcando y conquistando...
Pues sí, conseguimos asustar a nada más y nada menos que un niño con esa bandera, sobre todo gracias a nuestra actitud piratesca...
Haciendo un repaso cronológico de estos días de navegación por las mansas aguas del canal de Midi, situado en la región sureste de Francia, hay que destacar que los cinco tíos que allí estuvimos empezamos jugando al Tetris. No sé si conseguimos pasar al siguiente nivel, pero conseguimos meter las maletas y buena parte de un Carrefour en el maletero de un todo terreno...
Después de unas rápidas lecciones para maniobrar este tipo de barcos, que no requieren licencia (aunque tampoco pueden pasar de los 8 kms/hora), nos pusimos a navegar. Tras unos primeros momentos de auténtico desconcierto, descontrol, desorientación y otras palabras que empiezan igual, encontramos una referencia para situarnos en el mapa... Sí, fue más o menos tan patético como parece, no sabíamos ni en que dirección del mapa nos estábamos moviendo!
Los paisajes que dejábamos atrás durante los paseos fluviales, aunque monótonos hasta la saciedad, me resultaron al poco tiempo relajantes. Las aguas no desprendían malos olores, aunque eso sí, tenían un color marrón oscuro que no invitaban a otra cosa que no fuera su navegación o contemplación en la distancia. Algunos patos chapoteaban y mendigaban a gritos algo de comer, y hay quien dice que también fueron vistos castores. Por un camino paralelo al canal goteaban incesantemente ciclistas y caminantes durante el día, que seguro serían la envidia de los urbanitas de Barna, dada la reciente moda del bicing. Flanqueando ambos lados del canal, enormes árboles protegían del sol de justicia con que fuimos obsequiados la mayoría de la semana (aunque sus largas ramas también sirvieron para que el capitán de turno del barco perturbara maliciosamente la tranquilidad de los que descansaban en las cubiertas del barco... ). Por último, mencionar también los enormes campos de viñas, que en muchas ocasiones se extendían hasta donde alcanzaba la vista. Esto, unido a la poca simpatía hacia los turistas, me hizo llegar a la conclusión que los residentes de la zona viven del vino y sucedáneos, y que lo del turismo fluvial debe ser como un pequeño sobresueldo.
Creo que son viajes destinados principalmente a hacerlos en familia, visto lo visto en los barcos con los que nos cruzamos. También puede ser un viaje interesante si tu situación económica es más que desahaogada y te gusta la buena comida y el buen vino, dado que restaurantes y cavas era lo que destacaban en cada pueblo en la guía que llevábamos.
El barco en sí no estaba mal, aunque hay que ir preparado para lo que te vas a encontrar, es decir, un barco no es un apartamento, ya que los espacios son mucho más reducidos, todos los rincones están muy aprovechados, y es imposible huir a ninguna parte durante buena parte del día, la cual la pasas navegando.
Anéctodas varias. Hubieron momentos críticos, concentrados en el mismo pueblo, uno de los pocos que tenía algo de vida, Capestang. La primera vez que entramos en su puerto, al pasar bajo un puente rascamos uno de los alerones de arriba del barco, y arrastró también una de las sillas de plástico que nos dejamos arriba, la cual fue engullida por las turbias aguas del canal. En cambio, la última vez que pasamos por el puerto de ese pueblo fuimos primero tratados como los campeones cuando les hacen el pasillo de honor (sin saber lo que pasaba realmente), hasta que vimos que un simpático francés nos iba siguiendo e increpando desde la orilla, recriminándonos que a esas horas no se podía navegar. Cierto es que eran las 10 de la noche, pero nuestras instrucciones eran que se podía navegar mientras hubiera iluminación natural suficiente, y supongo que apuramos demasiado... El amigo franchute nos acojonó bastante cuando hizo ademán de apuntarse la matrícula del barco, aunque una vez pasado el susto el tema dio para bastante cachondeo. Por cierto, la broma de la rascada nos costó 80 € en total, y suerte que no les dio por contar sillas...
Como no fuimos capaces de encontrar ese barco con cinco mujeres despampanantes haciendo top-less que tanto anhelábamos, para compensarlo exaltamos a las pocas mujeres que nos encontramos en nuestro viaje. La primera, una belleza mestiza y juvenil, en un puebo en lo que lo único que vimos, casi literalmente, fue a la susodicha preciosidad, Poilhes si mal no recuerdo era el nombre del pueblo fantasma. Lástima que sólo fuimos capaces de comunicarnos con ella utilizando el antiguo lenguaje de signos. La segunda, una camarera de la villa de Argeliers, que nos alimentó los estómagos y la vista, y que casi parecía sacada de una revista de Playboy, al menos eso quise interpretar al verle tatuado el famoso conejito. Por último, una interesantísima madurita que regentaba un restaurante encantador a pie de canal, que demostró que el dios Cronos no se distingue precisamente por ser ecuánime con sus fieles.
En resumen y para no alargarme más, unas buenas vacaciones.
dilluns, de juny 04, 2007
Próxima parada: cadena perpétua
Pues bien, no sé si fue el funcionario o fui yo, salió a relucir el tema de la cuenta vivienda. Me quedan 10 meses para comprarme un piso o hacienda me obliga a devolver las cantidades que hasta ahora me ha desgravado, que deben ser más de 4.000 lebros... Mantenía la esperanza que se puediera congelar de alguna manera esa cuenta, pero con la ayuda de otra funcionaria me quitaron la esperanza de dicha posibilidad. No hay excepciones. Mierda.
Lo sé, ya sabía lo que había cuando hice la cuenta vivienda, o quizás no... quién se iba a imaginar que la cosa siguiera subiendo hasta límites insospechados. Y justo ahora que parece que pueden bajar, aunque sea un poquito, me toca comprar, en la cresta de la ola! Me cago en mi estampa...
Pues bien, la toma de decisiones es ineludible. Primera decisión, ¿comprar para no perder lo desgravado, o jugármela a esperar que los precios bajen más de lo que me tocaría devolver a hacienda?
De momento estoy más por la primera opción, comprar, que ya va siendo hora de salir del nido, no me quiero acobardar ahora que llega el momento. Así que una vez tomada la primera decisión, vamos por la segunda. ¿En qué zona me compro el piso? Bueno, en que zona intento comprarme el piso. Aquí soy un veleta, cambio de opinión cada quince días o cada ciclo lunar... Dudo que me quede en mi ciudad, no me atrae especialmente. En resumen, vuelvo a una nueva dicotomía. Si hago caso de mi corazón, buscaría piso en el Maresme, cerca de Barcelona. Estás a un paso de la gran ciudad, son pueblos tranquilos y con mi querida playa siempre al lado. Los problemas son más el incremento del tiempo diaro en desplazamientos al trabajo, estar aislado de mi familia, y bueno, cualquier otro inconveniente de vivir en un sitio pequeño.
La otra opción es buscar el piso en Barcelona city. Me gusta el barrio de Sant Andreu, estuve casi cuatro años viviendo cerca y tiene algo que me gusta. Además, considero que está bien situado y comunicado, en un momento sales de bcn o te acabas de meter. El tema económico, según las primeras impresiones, no hará decantar la balanza, porque no me lo puedo permitir ni en uno ni en otro sitio...
Siendo práctico debería intentarlo en bcn. Por trabajo (debería decir trabajos, en plural), me muevo mucho por ahí, y me ahorraría tiempo por estar más cerca del trabajo, y en general más cerca de todas partes. Aunque mis jefes no tardarán en cambiar de local, miedo me da...
Creo que la idea más sensata sería dejar el tema de las afueras para dentro de unos años. Así que BCN Es la idea que lleva ventaja, pero está todo sin decidir.
Esta mañana he ido a lavar el coche, porque ya casi ni las ondas del mando electrónico era capaces de atravesar la capa de... suciedad acumulada. Después de malgastar dos euros, porque de aquí a un par de días volverá a llover, he seguido la carretera, y he ido hasta Masnou. He cogido unas cuántas revistas de pisos y me he sentado en una plaza para mirarlas. A pesar de que un par de gemelos casi me arrancan la cabeza de un balonazo, me ha gustado el ambientillo. Un poco soso tal vez, pero hay que tener en cuenta que hoy es festivo. También he aprovechado para hacer un primer brainstorming personal, tengo anotado casi todo lo que me ronda la cabeza últimamente. Esta entrada ha sido un segundo paso a la tormenta de ideas matutina, y habrá más, escribir me ayuda.
diumenge, de maig 27, 2007
Tierra a la vista!
Que dramático me pongo siempre que escribo aquí, ya me lo dijo Eva (un saludo si vuelves por estos lares!) y lo cierto es que me hizo reflexionar. Yo me excusé, algo que hago muy bien en general, esto de poner excusas, diciéndole que siempre me da por escribir cuando estoy más bajo de moral o tengo algún problemilla que me ronda la cabeza, utilizando mi blog como desahogo.
Pues bien, para cambiar este malsano hábito, escribiré esta vez para expresar un sentimiento positivo. Y es que después de casi dos meses trabajando de lunes a jueves hasta las 10 de la noche por culpa de un liante jefe de estudios y de un servidor que es un poco blando, se acaba en dos o tres semanas el último de los cursos que estaba dando, y volveré a ser un “uni-empleado”. ¿Consecuencias? Volver a disponer de algo de tiempo libre entre semana, con toooooooooooodo lo que eso conlleva: más descanso, menos estrés, posibilidad de volver a las clases de tai-chi, perder la excusa fantástica que tengo ahora para no ir a la piscina, etc, etc, etc…
También hay un tema que en breve empezará a agobiarme bastante y he empezado a intentar ponerle solución antes que el problema se haga mayor. Y es que, si no quiero tener que devolverle con intereses lo que hacienda me ha “dado” por abrir una cuenta vivienda, me quedan dos opciones. La que me agobia es la opción más normal, que sería comprarme un piso en menos de diez meses, tiempo en el que me caduca la dichosa cuenta vivienda… Pero no sé por qué, pero no me motiva nada hacerlo, ni creo que sea el momento adecuado para comprar un piso. Así que estoy informándome de la posibilidad de congelar momentáneamente esa cuenta sin que hacienda me dé ningún palo, me comentaron que se podía hacer pero en caso de ser cierto no creo que sea algo fácil de conseguir. En fin, yo veo como algo positivo el no dejar esto para los últimos dos meses!
Y lo mejor para el final… si nada se tuerce, este verano me voy de VACACIONES!!! Después de dos o tres veranos sin salir en tiempos de canícula a ninguna parte, por motivos varios, este año tenía que salir, casi huir, de aquí. Así que cuando me ofreció un compañero irme con él y sus amigos, me apunté casi sin dudarlo. El plan que tenían me seducía (de lo contrario ya me conozco y hubiera sido capaz de volver a quedarme aquí). Básicamente se trataba de pasar una semana fuera, pero en plan tranquilo. Si me hubiera ofrecido irme unos días a Ibiza él sabe que mi respuesta hubiera sido negativa.
Pero al final, el plan que se ha de confirmar la semana próxima, es alquilar un barco para unas cinco o seis personas en el sur de Francia y navegar por sus ríos y canales durante una semana. (http://www.crownblueline.es/). Lo cierto es que cuánto más lo pienso más ganas tengo que llegue ya la última semana de julio, y escapar física y mentalmente de la rutinaria espiral de trabajo, obligaciones, responsabilidades y problemas y adentrarme en una relajante travesía por las aguas del país vecino.