diumenge, d’octubre 29, 2006

Carta a SS.MM. los reyes Majos de Oriente

Sí, a los reyes majos, es que he dejado de creer en la magia... ¿me estaré haciendo mayor?

¿Qué pediríais si tuviérais ante vosotros un cheque en blanco? O mejor que un cheque en blanco, que bastante egoísta y consumista es ya esta sociedad, ¿una barita mágica? (lo sé, acabo de decir que no creo en la magia pero tampoco existen los cheques en blanco y ninguno de los que hayais leído hasta aquí habrá reparado en eso).

Tengo la absurda idea que las personas seríamos menos materialistas antes una barita mágica que ante un cheque en blanco. Creo que yo mismo lo primero que pediría es...

Bueno, mejor lo escribo en mi carta a los... a quien pueda satisfacerme en alguna de mis peticiones.

Estimadas almas caritativas que escucháis mis ruegos, peticiones, anhelos, sueños y esperanzas:

como este año he sido taaaaaaaan bueno, quería humildemente hacerles algunas peticiones. Sé que será difícil, cuando no imposible, satisfacer todas, siquiera alguna, de mis peticiones, pero ruego encarecidamente que hagan lo posible, que sé que será mucho y en cualquier caso más que suficiente, por hacer realidad algunas de mis peticiones, que son las que detallo a renglón seguido:

  • Lo primero, lo que más deseo desde hace tanto que ni me acuerdo, es encontrar el amor. Sí, ya sé que no hago demasiado por buscarlo, pero sinceramente, es que no sé qué hacer! Pero si estuviera en sus manos hacer algo por devolver a este corazoncito solitario una luz que lo ciegue, estaría eternamente agradecido y siempre en deuda.
  • Una de cal y una de arena. Arena para hacer cemento, y cemento para hacer... pisos! Quiero un piso!!! Y quiero pagar por él un precio justo y por ende, asequible, y que los cientos de miles de jóvenes y no tan jóvenes que están en mi misma situación tengamos acceso a una vivienda, que además sea digna. Y de paso, que los que han pretendido llenar sus arcas a costa de las necesidades de los demás, se pillen los dedos de tal manera que se les quiten las ganas de hacerlo nunca más. Cierto, no es una actitud bondadosa, pero es lo que hay.

  • Quiero vivir en una sociedad más justa, equitativa, respetuosa, sincera, abierta, amable, menos egoista, ambiciosa, despreocupada y destructiva. Empezando por mí, que a veces se me olvida que estas cosas deben empezar por uno mismo... (sobre todo cuando voy al volante!).

  • Que aquellos a los que pagamos una fortuna aporten soluciones a los problemas reales de la sociedad, que maduren y escuchen de una vez por todas la sirena que anuncia el final del recreo. A todos esos políticos que piensan que gobernar es una manera rápida de enriquecerse, muchas veces tan amigos de los que tienen el mismo objetivo a través de la especulación inmobiliaria...

  • Que alguien se preocupe de que haya algo que dejar a las próximas generaciones, que alguien se dé cuenta y REACCIONE! Quizás esperan a celebrar el año nuevo en bañador y con el aire acondicionado a toda máquina para ver que hemos hecho algo horrorosamente mal, y aún así dirían que son ciclos normales de la naturaleza, que no es culpa de la contaminación o del abuso contínuo que hacemos del planeta. ¿Tan difícil es emprender acciones para vivir en ciudades, pueblos, paises SOSTENIBLES??? ¿Alguien en su sano juicio piensa que podemos vivir a este ritmo eternamente?

  • Ya puestos y para seguir en la línea, ¿sería posible un repartimiento algo más equitativo de la riqueza y los recursos? Porque digo yo, que no soy nadie pero a pesar de eso puedo y debo tener razón, que unos pocos dispongan de la inmensa mayoría de la riqueza, muy justo no es, ¿cierto? No hace falta ningún Robbin Hood, pero algo de justicia social no vendría mal.

Y bueno, podría seguir con la carta, pero no quiero correr el riesgo que se me tilde de aprovechado. Quizás puedan pensar ustedes que soy un egoista por pedir ante todo el amor para mí, pero creo que tenerlo me haría ver el mundo con algo más de esperanza en los ojos.


divendres, d’octubre 20, 2006

Se nos va la olla

Cada día conozco más gente, más y más casos, que han padecido o padecen algún tipo de problema mental, psicológico, o llámalo x.

Pero el último me ha estremecido sobremanera, me ha afectado bastante a pesar que apenas conocía a la chica. Se trata de una vecina de la edad de mi hermano, de hecho estudiaron juntos durante todo el EGB y casi todo el ESO, y tenía unos 23 años.

Sí, digo bien, tenía, porque esta chica decidió quitarse la vida el pasado domingo, y por desgracia lo consiguió. Por lo que he oido, siempre ha sido una chica centrada, que sabía lo que quería de la vida, pero cayó en la anorexia, que vino acompañada de un fuerte trastorno de la personalidad. Y durante dos años su familia ha estado en vilo, hasta ése fatal desenlace. Imagino que las circunstancias que la acompañaron fueron muchas y la afectaron terriblemente.

Este caso es muy grave, el peor extremo al cual se puede llegar con un problema psicológico. Pero lo cierto es que cada vez más, como decía antes, me encuentro con casos de depresiones, ansiedades, estrés (no sé si se considera un problema mental o psicológico, pero yo creo que sí), anorexias, y tantos otros problemas del mismo tipo.

Quizás estoy más sensible al respecto desde que me enteré de la locura que ha cometido esta chica. Pero no lo creo, por eso escribo estas líneas precisamente. O quizás sea algo que comemos, o que respiramos (opciones que no descarto, hace tiempo que pienso que no tenemos ni idea de lo que nos metemos en el cuerpo al comer cualquier plato), o por lo que más me inclino, que vivimos en una sociedad desalmada, por lo de que no tenemos alma, o al menos no es lo que más prima. Y en cada nueva generación (con este comentario que voy a hacer ahora acabo de percibir que me hago "viejo") detecto que se agudiza el problema, lo que indica que estamos todavía lejos de solucionar lo que yo veo como un problema.

Cada día somos más materialistas y egoistas. Siempre se me ha dado fatal buscar adjetivos, pero estos dos son un buen resumen. No sé, son pequeñas cosas. La educación brilla por su ausencia, y la palabra educación en su más amplio espectro. Los padres están demasiado tiempo ocupados trabajando y no dedican ni el tiempo ni las energías necesarias en educar como debieran a sus hijos (siempre he pensado que el principal reto en mi vida será educar lo mejor posible a mis hijos). Los profesores están en su mayoría tan quemados (los entiendo) que poco pueden hacer ante un aula con un buen número de monstruitos incontrolables.

Pero bueno, dediqúemonos todos a intentar tener el coche más grande y rápido que el de tu cuñado, irte de vacaciones más lejos que tu vecino, y que tus niños se pasen el día jugando a la "plei" mientras tú trabajas 12 horas diarias para poder comprarte ese coche más grande y pagar las vacaciones a la luna si hace falta.

diumenge, d’octubre 15, 2006

Teaching

No sé qué me falta más, si tiempo o ganas de escribir aquí. Soy experto buscándome excusas a mí mismo, así que por una vez no lo voy a hacer.

Aunque lo cierto es que tengo una excusa bastante buena, al menos de lunes a viernes, porque llevo todo el mes pluriempleado, y está resultando más duro de lo esperado. Por varios motivos. Me levanto cada día aproximadamente una hora antes que en mi anterior trabajo, lo que supone una hora menos de sueño. Y por el momento no soy de esa rara especie a la que pertenecen las personas madrugadoras, es decir, me gusta dormir! acaso es eso pecado? En cualquier caso, levantarse a las 6 de la mañana debería estar prohibido, y no las regularizaciones masivas (eso va para un tarugo muy especial con un ligero problemilla de dicción, y que a bien seguro no me leerá nunca).

En fin, también llego mucho más justo que antes a la cita con mis alumnos, lo que no me deja prepararme las clases tomándome un zumo o un café con leche y merendando algo. Dicho así podría parecer un lujo, pero mi estómago lo ve como una necesidad de primer nivel, porque hasta pasadas las diez de la noche no llego a casa, evidentemente sin cenar, y con mi estómago al ralentí haciendo un ruido que ni los leones de la selva.




Y el no poder prepararme las clases es otro gran problema. Siempre lo es, incluso cuando daba por segunda vez el mismo curso, porque estar "hablando" durante más de dos horas no es poca cosa, al menos para mí que no soy de mucho palique (aunque quién lo diría viendo la extensión de las entradas de este blog...). Pero es que este curso se ha torcido todo. Mi ex-jefe me ha pisado las clases que daba normalmente (el curso duraba tres meses), a pesar que en la escuela me prometieron que no habría problema si cambiaba de trabajo, que contaban conmigo y bla bla bla. Pues sea por el motivo que sea, me han jodido, mi ex-jefe pidió ese curso y se lo han dado, y a mí me han dado las migajas, un curso de apenas un mes.

Sinceramente, visto lo visto lo agradezco, porque no podría seguir ese ritmo durante tres meses, aunque la pasta extra me vendría bien (y a hacienda también...). Pero es que este curso que me han dado no lo había hecho nunca, y consta de parte teórica y parte práctica. La teoría no la "tocaba" desde mi época universitaria, y esa materia no es que fuera mi fuerte... pero bueno, siguiendo unos apuntes es fácil salir del paso. Ahora bien, lo de la práctica tiene delito! Lo avisé, dije en la escuela que yo no podía dar las prácticas. No hay problema, dijeron, irá alguien en tu lugar y tú puedes ir también y así te quedas con el funcionamiento. Pues en el último momento, mierda! no hay nadie disponible, tendrás que hacerlo tú...

En fin, que de todo se va saliendo en la vida, unas veces mejor que otra. Eso sí, tengo unas ganas enormes que llegue el día 24 de este interminable mes y dé por finalizado el curso de electricidad general!