divendres, d’octubre 20, 2006

Se nos va la olla

Cada día conozco más gente, más y más casos, que han padecido o padecen algún tipo de problema mental, psicológico, o llámalo x.

Pero el último me ha estremecido sobremanera, me ha afectado bastante a pesar que apenas conocía a la chica. Se trata de una vecina de la edad de mi hermano, de hecho estudiaron juntos durante todo el EGB y casi todo el ESO, y tenía unos 23 años.

Sí, digo bien, tenía, porque esta chica decidió quitarse la vida el pasado domingo, y por desgracia lo consiguió. Por lo que he oido, siempre ha sido una chica centrada, que sabía lo que quería de la vida, pero cayó en la anorexia, que vino acompañada de un fuerte trastorno de la personalidad. Y durante dos años su familia ha estado en vilo, hasta ése fatal desenlace. Imagino que las circunstancias que la acompañaron fueron muchas y la afectaron terriblemente.

Este caso es muy grave, el peor extremo al cual se puede llegar con un problema psicológico. Pero lo cierto es que cada vez más, como decía antes, me encuentro con casos de depresiones, ansiedades, estrés (no sé si se considera un problema mental o psicológico, pero yo creo que sí), anorexias, y tantos otros problemas del mismo tipo.

Quizás estoy más sensible al respecto desde que me enteré de la locura que ha cometido esta chica. Pero no lo creo, por eso escribo estas líneas precisamente. O quizás sea algo que comemos, o que respiramos (opciones que no descarto, hace tiempo que pienso que no tenemos ni idea de lo que nos metemos en el cuerpo al comer cualquier plato), o por lo que más me inclino, que vivimos en una sociedad desalmada, por lo de que no tenemos alma, o al menos no es lo que más prima. Y en cada nueva generación (con este comentario que voy a hacer ahora acabo de percibir que me hago "viejo") detecto que se agudiza el problema, lo que indica que estamos todavía lejos de solucionar lo que yo veo como un problema.

Cada día somos más materialistas y egoistas. Siempre se me ha dado fatal buscar adjetivos, pero estos dos son un buen resumen. No sé, son pequeñas cosas. La educación brilla por su ausencia, y la palabra educación en su más amplio espectro. Los padres están demasiado tiempo ocupados trabajando y no dedican ni el tiempo ni las energías necesarias en educar como debieran a sus hijos (siempre he pensado que el principal reto en mi vida será educar lo mejor posible a mis hijos). Los profesores están en su mayoría tan quemados (los entiendo) que poco pueden hacer ante un aula con un buen número de monstruitos incontrolables.

Pero bueno, dediqúemonos todos a intentar tener el coche más grande y rápido que el de tu cuñado, irte de vacaciones más lejos que tu vecino, y que tus niños se pasen el día jugando a la "plei" mientras tú trabajas 12 horas diarias para poder comprarte ese coche más grande y pagar las vacaciones a la luna si hace falta.

1 comentari:

Sònia... no tan fiera... ha dit...

Ya sabes cual es mi postura en este tema... demasiado metida para poder verlo desde fuera... es jodido lo de pasar de hacerte daño mental a físicamente...

Cómo se cae en esto? Responsabilidad de la familia?
Responsabilidad de la sociedad?

Sí que es verdad que cada vez es peor, ahora hasta hay niñas de 7 años afectadas...

Y en el fondo todo es una cuestión de inseguridad y falta de autoestima...

Qué triste!

Besos cielo...